QUO VADIS BM LA ROCA

La actual situación del BM La Roca me hace reflexionar. Dejando aparte historias relacionadas con el hecho que todo el mundo tiene derecho a entrenarse en instalaciones municipales, el tema va más allá. Y este se centra en la solidaridad. Hay un grupo de personas, miembros de la junta, que llevan muchos años luchando para que un club modesto pueda competir a alto nivel en todos los campeonatos que se celebran en Cataluña y en España. Su labor es reconocida a medias. En estos momentos, yo diría duros momentos, en los cuales necesitan más que nunca el calor de aquellas personas que forman parte de la gran familia del BM La Roca, no sienten o no reciben todo el calor que esperaban.

Esta historia me trae a la memoria lo que le pasó a Martín Neimöller. En el año 1938 fue condenado a siete meses de cárcel por enfrentarse al régimen nazi de Hitler. Era pastor luterano. Después de cumplir su condena fue internado en el campo de concentración de Sachsenhausen y después en el de Dachau. Fue liberado en el año 1945. Estando internado escribió un poema titulado: Cuando los nazis vinieron por los comunistas. Aunque pueda parecer disparatado el poema tiene mucho que ver con la actualidad que estoy contando. El poema dice así:

“Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, / guardé silencio, / porque yo no era comunista, / Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, / guardé silencio, / porque yo no era socialdemócrata, / Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, / no protesté, / porque yo no era sindicalista, / Cuando vinieron a buscar a los judíos, / no protesté, / porque yo no era judío, / Cuando vinieron a buscarme, / no había nadie más que pudiera protestar”.

Hasta la actualidad han existido una infraestructura dentro del BM La Roca. Ahora, por cuestiones más políticas -uno manda más que seis- que deportivas, esta quedará desestructurada. El próximo martes la actual junta local dimitirá porque se siente impotentes al no poder hacer nada más. Ellos han protestado y han luchado por el bien del club. Ahora piden que todos aquellos que forman la gran familia del BM La Roca los apoyen. De no ser así el fin está cercano. Ahora es el momento. Luego vendrán las quejas y las protestas pero, como en el poema, tal vez no quede nadie para escuchar sus lamentos.